Ley de la Segunda Oportunidad y la hipoteca: Cómo proteger tu vivienda

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La Ley de Segunda Oportunidad ha evolucionado para brindar una verdadera oportunidad a quienes se encuentran atrapados en deudas insostenibles, incluyendo aquellas relacionadas con la hipoteca de la vivienda familiar. 

Las modificaciones más recientes, implementadas en septiembre de 2022, han abierto nuevas vías para proteger la vivienda habitual mientras se reestructura o cancela la deuda.

Cambios de la reforma de 2022

Antes de la reforma, acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad implicaba, en muchos casos, perder la vivienda. Esta pérdida se daba porque el proceso priorizaba la liquidación de activos para pagar a los acreedores. Sin embargo, la reforma ha cambiado esta dinámica, permitiendo a los deudores mantener su hogar bajo ciertas condiciones, lo que supone un alivio significativo para quienes desean conservar su vivienda.

Los escenarios previos a la reforma presentaban opciones limitadas para preservar la casa, tales como:

  • Cuando el valor de la deuda hipotecaria superaba al de la vivienda, lo que hacía que entregar la propiedad no resolviera el problema de la deuda.
  • O cuando vender la vivienda resultaba económicamente desventajoso por los gastos derivados de la venta y el traslado.

Ahora, con las nuevas disposiciones de la ley, es mucho más fácil conservar la vivienda mientras se gestiona la deuda, siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos.

Dos opciones: Liquidación de activos o plan de pagos

La Ley de Segunda Oportunidad ofrece dos opciones a los deudores con hipotecas: la liquidación de activos o la preservación de la vivienda con un plan de pagos. A continuación, se explican ambas:

Opción 1: Cancelación de deudas con liquidación de activos
Esta opción implica que el deudor renuncia a todos sus activos, incluida la vivienda habitual, para liquidar las deudas. A cambio, puede recibir la exoneración total de las deudas restantes, salvo aquellas que por ley no son exonerables, como algunas deudas públicas.

Este escenario es adecuado para personas cuya hipoteca está en una situación de alto riesgo o cuando el valor de la deuda hipotecaria es considerablemente mayor al de la vivienda. De esta manera, se logra una «limpieza financiera» que permite empezar de cero sin patrimonio, pero sin obligaciones de pago pendientes.

Opción 2: Mantener la vivienda con un plan de pagos
Si el deudor desea conservar la vivienda, puede optar por un plan de pagos. Esto le permitirá pagar las deudas de forma parcial durante un plazo de entre tres y cinco años, dependiendo de su capacidad económica. El objetivo es reducir la carga financiera sin perder el hogar.

Para acceder a esta opción, es esencial que el deudor presente una propuesta de pagos realista, que tenga en cuenta sus ingresos y la deuda pendiente. Esta propuesta debe ser aprobada por un juez y puede ser objeto de objeciones por parte de los acreedores. Si se aprueba, se otorga una exoneración provisional de las deudas fuera del plan, lo que significa que esas deudas se cancelan temporalmente mientras se cumplen los términos del acuerdo.

El cumplimiento de este plan de pagos es crucial. Si el deudor no puede cumplirlo en algún momento, puede optar por la liquidación de activos como alternativa final para obtener la exoneración definitiva de las deudas.

¿Cuál es la mejor opción según cada caso?

Elegir entre liquidar los activos o mantener la vivienda requiere un análisis detallado de cada situación particular. Aquí algunos factores que pueden influir en la decisión:

  • Hipoteca baja o vivienda libre de cargas: Si el saldo pendiente de la hipoteca es bajo o la vivienda está libre de cargas, optar por un plan de pagos para conservarla puede ser la mejor opción.
  • Deuda hipotecaria alta: Si la deuda pendiente supera significativamente el valor de la vivienda, la dación en pago o la liquidación total de activos podría ser la opción más viable.
  • Ingresos familiares y situación económica: Es fundamental evaluar si los ingresos actuales permiten asumir un plan de pagos razonable y mantener la vivienda sin comprometer la estabilidad financiera.

Asesoría legal: Una decisión fundamental

Dada la complejidad de estos procedimientos, es imprescindible contar con la asistencia de abogados especializados en la Ley de Segunda Oportunidad

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