Ley de la segunda oportunidad: ¿cómo puede ayudarte a salir de deudas?

La Ley de la Segunda Oportunidad es un mecanismo legal pensado para dar un respiro a aquellas personas que, debido a diversas circunstancias, se han visto atrapadas en una espiral de deudas. Desde su aprobación en 2015, esta ley ha permitido a muchos reestructurar sus deudas o, en algunos casos, obtener el perdón de las mismas. Este procedimiento puede ser la clave para liberarte de las deudas, permitiéndote retomar el control de tu vida financiera. A continuación, te explicamos cómo funciona y qué debes tener en cuenta antes de dar el paso.

¿Qué es la Ley de la Segunda Oportunidad?

La Ley de la Segunda Oportunidad es un procedimiento legal diseñado para ayudar a las personas endeudadas a reorganizar sus obligaciones financieras. Esta reorganización puede implicar un alargamiento del plazo de pago de las deudas, el perdón parcial de las mismas, o, en casos extremos, la cancelación total de los créditos legalmente exonerables. Es una herramienta que ofrece a los deudores una nueva oportunidad para rehacer su vida, liberándose de una carga económica insostenible.

¿Qué hacer si te encuentras en esta situación?

Si estás luchando con deudas abrumadoras y consideras acogerte a la Ley de la Segunda Oportunidad, el primer paso es fundamental: contacta con un despacho especializado. Un equipo de expertos te guiará en la fase previa al inicio del procedimiento, asegurándose de que comprendas todos los aspectos cruciales antes de presentar la solicitud.

¿Qué debes tener claro antes de iniciar el proceso?

  1. ¿Qué tipo de deudor eres?
    Es esencial identificar si eres trabajador por cuenta ajena, autónomo o empresario, ya que el procedimiento varía según tu situación. Por ejemplo, un autónomo con facturación inferior a 700.000 €, deuda menor a 350.000 € o menos de 10 empleados, puede presentarse a través de la plataforma habilitada para microempresas. En cambio, un trabajador o desempleado deberá hacerlo a través del concurso normal o concurso sin masa del Libro I de la Ley Concursal, en el Juzgado de lo Mercantil correspondiente.
  2. ¿Cuál es el total de tus deudas y las cuotas de tus créditos?
    Es crucial tener un control exacto de tus deudas, especialmente si eres autónomo o microempresario. En estos casos, un error superior al 20% en el cálculo de tus deudas puede resultar en la denegación del perdón de las mismas.
  3. ¿Tienes avalistas en tus préstamos?
    Si amigos o familiares han avalado tus créditos, debes avisarles desde el inicio. Cuando te perdonen las deudas, los acreedores podrán reclamar esos montos a los avalistas. Por lo tanto, podrían necesitar acogerse también a la Ley de la Segunda Oportunidad.
  4. ¿Tienes vehículos?
    Verifica si tus vehículos tienen una reserva de dominio, un concepto similar a la hipoteca pero aplicado a coches. Si tienes un préstamo al corriente y el vehículo es esencial para tu trabajo (por ejemplo, si eres autónomo), es posible que no tengas que venderlo durante el procedimiento. Será necesario realizar una tasación que demuestre que el valor del vehículo se aproxima al saldo de la deuda, evitando así perjudicar a otros acreedores.
  5. ¿Tienes una vivienda habitual? ¿Quieres y puedes salvarla?
    La mayoría de los deudores, sean empresarios o no, temen perder su vivienda habitual al iniciar el procedimiento. Sin embargo, existen formas de protegerla siempre que se cumplan ciertos requisitos:

    • Estar al corriente de los pagos hipotecarios.
    • Tener una tasación homologada por el Banco de España.
    • Que la responsabilidad hipotecaria sea inferior o igual al valor de la vivienda.

    Nota: Aunque es más difícil, también se podría intentar salvar la vivienda si su valor es superior, pero el riesgo de perderla sería mayor.

Un caso práctico: ¿es posible salvar la vivienda?

Imagina el caso de un empresario del sector maderero en el norte de España. Tras avalar las deudas de su empresa, que acaba en concurso de acreedores debido al COVID, él y su esposa se encuentran con una deuda total de 400.000 €, más una hipoteca de 200.000 €, que está al día, pero con una responsabilidad hipotecaria de 290.000 €. La vivienda está tasada en 200.000 €, y los únicos ingresos del hogar provienen de la esposa, que trabaja como dentista autónoma y gana aproximadamente 2.000 € al mes. Además, tienen dos hijas menores de 4 y 6 años.

¿Podría este matrimonio salvar su vivienda y, a la vez, obtener el perdón de sus deudas?
La respuesta es sí, pero solo si se abordan correctamente todos los aspectos mencionados en este artículo antes de presentar la solicitud de la Ley de la Segunda Oportunidad.

¿Qué pasaría si no iniciaran el procedimiento?
Si no actúan, podrían perder su vivienda. Los acreedores podrían embargar la casa y sacarla a subasta. Además, al no ser un ingreso salarial, los 2.000 € que gana ella como autónoma podrían ser embargados en su totalidad.

Salir de las deudas y comenzar de nuevo es posible gracias a la Ley de la Segunda Oportunidad, tanto para empresarios como para particulares. Lo más importante es prepararse adecuadamente antes de iniciar el procedimiento, lo que implica contar con un despacho especializado que te asesore durante todo el proceso. Esta ley está diseñada para reestructurar deudas y, en caso de no ser posible, perdonarlas para que puedas retomar una vida digna y sin la carga de las obligaciones impagables.

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